31 de marzo de 2014

Abderraman III

    Nombre completo: ABD AL-RAHMAN:
Nacimiento Córdoba 891 – Muerte Córdoba 961

EMIR DE AL-ANDALUS: 912 – 929
CALIFA DE AL-ANDALUS: 929 – 961
SUCESOR: Al-Hakam II


También conocido como Al-Nasir li-Din Allah “el vencedor por la religión de Ala” o “aquel que hace triunfar la religión de Ala”.

El emirato se encontraba en uno de los momentos mas críticos cuando sucedió a su abuelo Abd Allah; heredaba un emirato al borde de la disolución, rodeado de divisiones internas, amenazado desde el exterior por sus adversarios, tomaría la decisión de unificar y pacificar todo Al-Andalus.
Comenzaría enviando emisarios a los gobernadores para pedirles juramento de lealtad, tras las muchas negativas que recibió, marcharía para someter a estos rebeldes gobernadores; empezando por Sevilla.
En el 913 se dirigió y conquisto Ecija, además de realizar una campaña conocida como de Monteleon en la que tomo unas setenta plazas, extendidas por las provincias de Jaén, Granada, Málaga y la serranía de Ronda.
Esta campaña seguiría hasta el 930, donde terminaría con uno de los focos independentistas que quedaban, Badajoz, sometida en este mismo año; mas tarde asediaría durante mas de dos años a Toledo que acabaron por rendirse en el 932, sin embargo, con Zaragoza tuvo que realizar una especie de semiprotectorado con el gobernador Muhammad el Tuerto, este ultimo se comprometía a vigilar y defender las fronteras de los ataques cristianos, a cambio de mantener su privilegiada posición a la hora de gobernar la ciudad.

Mientras regresaba a Córdoba tomaría Beja y Ocosnoba, y otro contingente hacia lo mismo con Sagunto y Játiva.
En sus respectivos enfrentamientos con los reinos cristianos peninsulares, obtuvo muchos resultados negativos. El primer fracaso vino de manos del rey astur Ordoño II que arrasaría la plaza de Evora en el 913, y el castillo de Alanje en Mérida en el 915.
En una reacción de Abderraman III, mandaría conquistar en tierras leonesas San Esteban de Gormaz en el 917, obteniendo un pésimo resultado, una gran mayoría de sus soldados perecerían en la batalla contra las huestes de Ordoño II.
Como represalia a los ataques cristianos, prepararía la llamada Campaña de Muez en el 920, donde conquistaría Osma, San Esteban de Gormaz, las fortalezas de Carcar y Calahorra; saquearían Pamplona.
Tras un periodo de relativa calma, con la subida al trono cristiano de Ramiro II (930-950), se reanudarían las hostilidades entre ambos reinos. Ramiro II se apoderaría de la ciudad de Magerit (Madrid) en el 932, derrotando a las tropas cordobesas en Osma.

En el 939 Abderraman III sufriria una de sus mayores derrotas a manos de Ramiro II en la llamada Batalla de Simancas; Ramiro contaba con el apoyo de los contingentes castellanos del Conde Fernán González y los navarros de García Sánchez I, en esta batalla el califa estuvo a punto de perder la vida, tomando la decisión de no acudir personalmente a ninguna aceifa.
La victoria cristiana seria aprovechada para repoblar la ribera del Tormes (Salamanca, Alba, Ledesma) y Sepúlveda.
Tras la muerte de Ramiro II en el 950, Abderraman recuperaría su papel en la Península; vencería a Ordoño III, sucesor de Ramiro en el 956, firmando un Tratado de Paz, que seria roto, dando comienzo a nuevas hostilidades con la subida al trono cristiano de Sancho I.

En el 957 Sancho I seria derrotado y destronado por Ordoño IV (yerno del conde Fernán González). Sancho marcharía con su abuela la reina Toda en Pamplona, quien tras pactar con Abderrman su ayuda para recuperar el lugar de su nieto, apoyaría con sus tropas cordobesas la conquista de Zamora en el 960, momento en que Sancho recuperaría su trono; a cambio Abderraman también recuperaría varias plazas fronterizas de importante valor estratégico. El reino leones paso a convertirse en tributario del califato cordobés.

Otro de los problemas que tuvo que combatir el califa seria frenar la expansión en el Norte de África, que contaba con pretensiones de invadir Al-Andalus; en este caso no utilizaría la intervención o fuerza militar, sino mas bien el dinero, estableciendo una especie de protectorado sobre el norte y centro del Magreb, apoderándose de Ceuta (927) y Tánger (951).
En el 958 el califa fatimi iniciaría una gran ofensiva terrestre arrebatando todo el Norte de África al califa omeya, solo conservaría las plazas antes citada.

Designaría como sucesor al trono, a su hijo mayor Al-Hakam II, como viene a ser costumbre se produciría una rebeldía de su hijo Abd Allah quien tras conjurar con su tío, seria descubierto y mandado decapitar por su padre en el 949 como medida de protección del Estado y de la candidatura de Al-Hakam II.
Moriría doce años mas tardes en el 961 a la edad de 70 años en el Palacio de Medina Zahara, y enterrado en el Alcázar de Córdoba.


La tradición musulmana le considera como uno de los más insignes gobernantes de la historia del Islam. 

     Bibliografia:

- mcnbiografias.com
- wikipedia

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