7 de septiembre de 2016

Futuro de las Ordenes Militares en la Península Ibérica.



      Bienvenidos iniciados, una vez que se terminó conquistando el último reducto islámico en la Península Ibérica, ¿qué ocurriría con todas estas órdenes militares creadas en mayor o menor medida para la defensa del Islam?




     Tras la conquista de Granada, las guerras contra el Islam desaparecen, de manera que las funciones de la órdenes militares deben transformarse y evolucionar, aunque lo mas importante para los monarcas era que siguieran bajo el control de las casas reales.
 
   Ya hemos leído anteriormente que algunas de ellas fueron absorbidas por otras mayores o simplemente desaparecieron, quedando en la Península Ibérica cuatro órdenes; para ayudar a unificar el control de estas, se creo el llamado Real Consejo de las Ordenes: Alcántara, Montesa, Santiago y Calatrava; todas bajo la administración de la Corona.

     A partir de este momento, podrán seguir administrando sus posesiones y rentas, monasterios y conventos; siempre supervisados por la Corona, llegando a acceder algunos de sus miembros a altos cargos dentro del Estado. Las propias ordenes exigen para poder ingresar en la misma, la llamada “Prueba de nobleza”, que no es otra cosa que ser noble de sangre.
     Un dato a tener en cuenta es que dentro de ellas no podemos olvidarnos del papel de las mujeres, que ocuparan un lugar a través de las fundaciones, conventos y monasterios.

     A medida que avanza el tiempo, se amoldan a nuevas y diferentes funciones dentro de la sociedad, y deberían afrontar momentos de tiras y aflojas con los propios personajes de la historia:
  • 1ª República: Todas las ordenes militares serían disueltas, aunque mas tarde se aprobarían de nuevo, no sin antes acortar sus derechos.





  • Rey Alfonso XII: Se configura jurídicamente el normal funcionamiento de las ordenes militares, siendo nombrado Maestre de las 4 ordenes.












  • Rey Alfonso XIII: Autorizaría bajo Real Decreto a la utilización de la Cruz negra flordelisada, y en su centro superponer la roja de San Jorge.
    Tras su muerte se produce un descenso en el nº de caballeros dentro de las ordenes, ya que él era el Maestre, encargado de la admisión de los futuros caballeros.




  • Rey Juan Carlos I: Las ordenes militares se registrarían como Asociaciones, admitiéndose nuevos caballeros a la vez que se produce una renovación dentro de las ordenes.









     Actualmente respetan y siguen sus pilares sobre los que se basan toda institución relacionada con la caballería:
1º.- Componente ético-religioso: En defensa de un código de valores.
2º.- Componente histórico-tradicional: En defensa de la tradición caballeresca española.
3º.- Componente cultural: Dedicado a la investigación y divulgación.
4º.- Componente social: Dedicado a ayudar a los más necesitados.

    Tras la desamortización, las ramas conventuales de freires, así como la conventual femenina, hermanas de la Orden de Alcántara, desaparecieron.
     La Orden de Montesa no llegó a tener conventos femeninos.
     Hoy día se dividen en dos federaciones de conventos femeninos independientes: Calatrava y Santiago, aunque sin perder el contacto con sus ordenes, encontrándose sus conventos en Granada, Madrid y Toledo por parte de Santiago; y Burgos y Moralzarzal (Madrid) por la de Calatrava.



     Los caballeros además de pasar por unas ceremonias y unos meses de ejercicios espirituales, deben someterse a sus 3 votos:
1.- Castidad conyugal: La orden mantenían el voto de castidad, a excepción de la de Santiago; en 1540 el papa Pablo III sustituye este voto a través de la “Bula del Casar”, otorgando a los caballeros de Calatrava y de Alcántara a contraer matrimonio y *testar.
2.- Obediencia a sus respectivas ordenes.
3.- Pobreza: Actualmente se controla a través de la declaración de Rentas y Patrimonio.

     Entre sus fines y funciones actuales se encuentran:
  • Culto divino.
  • Defensa de la fe.
  • Santificación personal.

  • Fines benéficos:
· Antiguos hospitales de peregrinos hoy actúan como residencias para mayores, llevados por hermanas bajo la supervisión del Real Consejo.
· Becas para seminarios.
· Sostenimiento de albergues para peregrinos en el Camino de Santiago.
· Colaboración con ONG, fundaciones....

  • Fines histórico-culturales:
· Convenios culturales, congresos, colaboraciones, conferencias.
· Becas para doctorados en ordenes militares.
· Catalogación e informatización de las bibliotecas de las ordenes.



     Hay que ser sinceros y alabar la labor tan encomiable que realizan estas ordenes, sobre todo en esta sociedad que tiene tan abandonados los buenos principios que nos harían ser mejores personas con nosotros mismos y con los demás.

     Bibliografía:


     Las buenas maneras: Usos y costumbres sociales. Carmen Soto Díez.









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