13 de noviembre de 2017

Leyenda de la Fuente Agridulce o de Agrila



     LA LEYENDA DE LA FUENTE AGRIDULCE O DE AGRILA.

     Nos marcharemos a el Albayzín en Granada, lugar plagado de leyendas, entre ellas la relacionada con una fuente que daba aguas a veces dulces y otras amargas....

     En época mora, las mujeres del Albayzín se reunían en una fuente cerca del río Darro, era un rincón que mantenían en secreto y donde podían hablar de su día a día y de sus sueños.
     Una de estas jóvenes llamada Aisa comentó que ese día el agua salía dulce, y bailando junto a la fuente hablaba sobre el comportamiento de su marido cuando el agua que le daba a beber era dulce.
     Las demás siguiendo el tema de conversación comentaron que era cierto que los hombres se volvían más cariñosos y se encontraban contentos, sin embargo, cuando el agua salía amarga, mejor no acercarse a ellos.
Aisa preguntó en voz alta el “¿porqué del cambio del sabor en el agua?”.

     Mientras conversaban, no se percataron de la presencia de un búho que las observaba, dicho búho se convertiría en una anciana, ella les contó el secreto sobre el cambio de sabor de las aguas: En la gruta vive una doncella hechizada y convertida en hada llamada Agrila, cuando se siente triste, llora y dichas lágrimas amargan el manantial, cuando está contenta y se siente feliz, el manantial es dulce.

     Una de las muchachas le preguntó si sabía porque los hombres reaccionaban de aquella manera; la respuesta fue contundente, un hombre le provocó sus males y su tristeza, y un hombre fue quien la hechizó, de igual modo, ellos debían sentir lo mismo cuando el agua bebida fuera amarga. Y tal como apareció la anciana, en búho desapareció.

     Sabiendo el secreto que escondían las aguas, decidieron pactar no hablar sobre ello fuera del manantial.



     Poco a poco las mujeres fueron haciéndose con el poder de Granada, cuando una batalla se acercaba, les daban a beber agua amarga, volviéndose más violentos y nerviosos a la hora de combatir.
     Y como ocurre con los secretos, que tarde o temprano a alguien se le escapa, hubo mujeres que no dudaron en usarlo en su propio beneficio; como castigos a sus maridos, les daba las aguas amargas, provocandoles tristeza, mal humor, e incluso depresión. Tales fueron los casos de hombres que no querían salir de sus casas, que un sabio comenzó a investigar que ocurría algo raro.

     Para averiguar lo que pasaba contaría con la ayuda de un soldado, que disfrazado de mujer, visitaría todos aquellos lugares que frecuentaban las mujeres como el mercado, fuentes, jardines, pero no obtuvo respuesta alguna.
     Uno de los días decidió seguir a un grupo que se alejaban de la ciudad con cántaros, integrado como chica, pudo descubrir el gran secreto, asustado acudiría al sabio para contarle lo ocurrido.

     Debido al temor porque las mujeres podían hacerse con el poder completo de Granada, mandaría un grupo de soldados, con Selim, que así se llamaba el espía al mando a la fuente, su función sería impedir que nadie accediera al agua de la fuente.

     Antes de llegar al lugar, la anciana se volvería a mostrar, esta vez al grupo de soldados, entre burlas les dijo que no podrían con Agrila, que si querían vivir se marcharan; al intentar apresarla, escapó convertida en búho.


     Durante la noche, cuando custodiaban el lugar, escuchan como una dulce melodía sale del interior de la gruta, poco a poco la melodía los envuelve en un profundo sueño.

     Agrila aprovecha para salir de la gruta y uno a uno, les corta el cabello mientras ríe, canta y danza, y vuelve con sus trofeos a la gruta.


     A la mañana siguiente despiertan rapados, escuchando risas del interior de la gruta; Selim en esos momentos, impotente, decide que hay que entrar en la gruta y apresar a Agrila, sin embargo, ante la negativa de los hombres, toma la decisión de entrar el mismo
     Tras el momento de risas, se hace el silencio.
     Durante varios días esperaron la salida de Selim, que nunca más apareció.
     La desaparición de más personas en dicho lugar, provocó el miedo en las mujeres que seguían cogiendo agua en la fuente, y poco a poco dejaron de ir.




     Si seguimos la leyenda, dice que tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, Agrila desaparecería de la gruta, obligada por los cristianos, y que el agua aunque se le relaciona con algunas mejoras en la salud, no le desaparece ese sabor amargo.







     Como ocurre con las leyendas, todas ocultan en sus palabras maneras de justificar acciones, sucesos o incluso la utilización del miedo para evitar ubicaciones concretas, incluso sin miramos más fijamente, nos podemos topar con simbología dentro de la leyenda.
     En esta ocasión nos habla de las distintas edades femenina: las jóvenes casaderas, las ya casadas consideradas adultas y la anciana, cada etapa aprendiendo de la siguiente: La joven escucha las experiencias de las casadas, mientras que la anciana nos muestra su sabiduría a través de sus palabras, de su conocimiento, enseñándoles las respuestas a sus preguntas. Además aparece como un búho, símbolo de sabiduría, conocimiento.

     Es curioso como cuando las mujeres comienzan a alcanzar cierto poder, es un hombre “sabio” el que se da cuenta de que algo ocurre y el que investiga, así como son soldados quienes se enfrentarán a la criatura de la gruta; la mujer debe estar y debe actuar tal y como se espera de ella, no debe desear más, y menos utilizar su inteligencia para ello (el agua es un arma en sus manos y la utilizarán en su beneficio).

     Aparece un genio, hada o ninfa del agua, muy utilizado en las leyendas y considerado personaje pagano por el cristianismo, que conveniente que desaparece cuando los cristianos conquistan Granada, y más curioso es el trofeo que se lleva Agrila a su gruta, los cabellos de los soldados que iban a por ella, a modo de Sansón y Dalila?, de humillación?, o de ofrenda.?.

     Toda leyenda, tiene parte de verdad escondida entre sus palabras, sólo hay que buscarla.




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