Caminos y encomiendas: Cofradía de Belchite: Año 1122

Bienvenidos iniciados, se habla de ella como la impulsora en la creación de las primeras órdenes militares hispánicas a partir de 1122...

Nació como Cofradía no como Orden Militar.

Antes de la llegada de las Ordenes Militares a la Península Ibérica, ya existían aquí una serie de grupos de caballeros que luchaban contra el Islam a modo de guerra santa propia; estos grupos denominados Cofradías, serían la base de las futuras Ordenes Militares Hispánicas.

Fundación.

Tras la conquista de Belchite por Alfonso I “el batallador” en 1118, se debía mantener el control fronterizo del lugar, ya que se podrían seguir produciendo las conocidas *razias por parte de los musulmanes.

Una solución fue aceptar que malhechores formaran parte en la repoblación de la villa, siempre y cuando se enfrentaran a dichas razias se les perdonaba y redimía sus condenas.

Estos dos motivos: - La defensa de la frontera contra las razias y -La defensa de sus pobladores, serían el origen para la creación de la Cofradía de Belchite en 1122, aprobada e indulgenciada a través de una asamblea eclesiástica a cargo de Bernardo, Abad de La Grasse (Francia) como legado pontificio.

Sin embargo, existía otro motivo en la mente de Alfonso I: “Abrir una ruta de zaragoza al mar para llegar a Jerusalén”. José Mª Lacarra de Miguel. Catedrático de Historia Medieval.

“Su objetivo era la guerra contra los musulmanes y, en último termino, la liberación de Jerusalén. Todo el sistema de indulgencias y sus benefactores no hace sino reproducir esquemas muy cercanos a la ideología y movimiento cruzados y, por tanto, muy próximos a las ordenes militares, en especial al Temple”. Las Ordenes Militares Hispánicas en la Edad Media (S.XII-XV). Carlos Ayala.

Sus Miembros.

Formada por miembros cristianos tanto laicos como religiosos.

El ingreso en la Cofradía podía ser de dos maneras:

Aquellos que tomaban los votos de por vida: “debían haberse confesado y haber sido absueltos de todos sus pecados como si hubiesen querido llevar una vida de monje o de eremita”.
Aquellos que prestaban sus servicios por tiempo determinado, normalmente 1 año: “la misma remisión de sus culpas como si hubiese estado en Jerusalén”.

“eran ajenos a cualquier compromiso derivado de una formal ordenación religiosa”. Las Ordenes Militares Hispánicas en la Edad Media (SXII-XV). Carlos Ayala.

Botines de Guerra.

Los miembros podían mantener su vida familia y económica.

Todas las propiedades y bienes tomados a los musulmanes a modo de botín quedaban para los Cofrades, ya que estaban exentos de pagar el impuesto a la Corona en campañas bélicas, esto era la 5ª parte.

Diferencias entre la Orden del Temple y la Cofradía.

El barranco de la muerte .Agustín Salinas

1891-92. Diputación Provincial Zaragoza

Se tiende a comparar la Cofradía con el Temple posiblemente siguiendo el espíritu de las Cruzadas, o similitudes en los motivos de su fundación, sin embargo, existía una diferencia sustancial en ellas, mostrada por Gonzalo Martínez Diez: “mientras la lucha contra el Islam los templarios lo hacían desde el estado religioso, habiendo emitido los 3 votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia, en la Cofradía de Belchite el compromiso religioso parece que no iba mas allá de las actividades y fines peculiares de tal cofradía, y que podían mantener su propia vida familiar y económica”. Los templarios en los Reinos de España.

A la Cofradía le Salió una Hermana.

Cruz Monreal

Años después de su fundación, nacería otra Cofradía entre 1224-1228.

Su fundador también sería Alfonso I, ésta vez contaría con la colaboración de Gastón de Bearn, denominada Cofradía de Monreal del Campo en Teruel.

De ella hablaremos más extensamente, ya que se mantiene que sería la Primera Orden Militar en la Península Ibérica.

Derechos y Obligaciones de los Cofrades.

I.- Cualquier cristiano, clérigo o laico, miembro de esta fraternidad o con voluntad de ingresar en la misma en el castillo de Belchite o en cualquier otro, debe dedicar su vida a la defensa de los cristianos y, en compensación, se le ofrece la remisión de sus pecados, hecha confesión, y viviendo la vida monacal y eremítica.

II.- Quien sirviera a la cofradía durante un año le valdrá lo mismo que si fuese a Jerusalén, y se le garantiza la remisión de los pecados. Aunque deberá guardar abstinencia los viernes.

III.- Quienes sirvan en la cofradía durante un mes a Dios también recibirán el perdón de sus pecados.

IV.- Quien envíe a alguien a la cofradía para servir a Dios tendrá la misma remisión, lo mismo estando ausente como si estuviese presente.

V.- Quien remitiera a la cofradía de su peculio doce dineros, o algo que valga esa cantidad para los sirvientes de Dios, tendrá la remisión de una Cuaresma.

VI.- Quien en el servicio de Dios tuviese gran entrega, tendrá mucho más y, según como fuese la donación, así será la remisión.

VII.- Si alguno de los miembros de la cofradía quisiese realizar alguna peregrinación y permaneciera en Belchite el tiempo previsto para dicha peregrinación en servicio de Dios y entregase a los sirvientes de Dios el dispendio de la citada peregrinación, tendrá una doble remuneración de todos los bienes posibles.

VIII.- Quienes adquieran fielmente las cosas necesarias para predicar por las tierras obtendrán la misma remisión.

IX.- Si algún caballero u otra persona, en vida o en muerte, dejase su caballo o sus armas al servicio de Dios, obtendrá lo mismo que si las dejase a la Orden del Hospital o del Temple.

También mantiene una sanción canónica para todo aquel que perjudique a cualquier miembro de la Cofradía de Belchite.

Bibliografía: